martes, 25 de septiembre de 2018

PRENDIMOS LA MECHA

Prendimos la mecha de nuevo, deseando arder, olvidando el olor a quemado de días pasados. El viento borró las cenizas de antiguas hogueras ya extinguidas, y aunque nosotros nos encontramos por primera vez, hay sabores que nunca se olvidan.
Aun sabiendo que el amor a veces consume, las primeras llamas son tan fuertes y abrasadoras, que es difícil pensar que en cualquier momento pueden convertirse en brasas calcinantes.
Tus dedos son cerillas que buscan prender cada centímetro de mi piel y yo, ansiosa por volver a sentir me dejo quemar beso a beso.
El chisporrotear de tus ojos ilumina la oscuridad de mis días, acalla los silencios de un alma llena de quemaduras. El humo inunda mis pulmones, pero aun así, no temo a la asfixia, una vez más dejaré que las llamas decidan mi destino.
No existen los corazones ignífugos, todos vivimos con el peligro de que el fuego nos alcance y cuando lo hace, ardemos. Ardemos sin resistencia, deseando que nunca se apague la llama, que las brasas no deshagan nuestros sentimientos y que el amor no se conviertan en cenizas al antojo del viento.   ©



martes, 11 de septiembre de 2018

Intentamos querernos negando que hace tiempo que todo había terminado. Nos empeñamos en caminar de la mano, cuando estaba claro que andábamos por senderos muy diferentes.
Sé que un día nos amamos, que de verdad creíamos que aquello era un para siempre, menos mal que el miedo nos impidió decirlo en alto, ahora sería mucho más doloroso.
No creo que nuestros caminos vuelvan a cruzarse, lo sé porque llevo tiempo huyendo de ti, tanto como tú de mí. Dejemos que esto caiga en el olvido, limitémonos a seguir hacia delante. Prométeme que solo recordarás los buenos momentos, no permitas que los malos resuman nuestra historia, fue mucho más que todo eso.
Estoy segura de que encontraremos el amor ahí fuera. Quizá sea lo mejor, a fin de cuentas ya solo nos hacíamos daño.
No dejes de creer en el amor por esto. Los errores están para cometerlos y aprender de ellos. Esos errores son los que nos dicen que al menos lo intentamos.
Ama como no supiste amarme a mí, que yo procurare querer como siempre quise que me amaran.
©