Mi niño ya
no puede despertar, no abrirá sus ojitos nunca más. Alguien le negó la vida sin
piedad, un ser se lo llevó a la oscuridad.
Lloro sin
consuelo, se que este dolor no lo borrará el tiempo, mi niñito ya no
está, mi niño ya no puede despertar.
Abrazaré tu
recuerdo aunque me cueste respirar, vivirás en mí hasta que mi corazón no pueda
más. Nada pececito ahora tienes todo un mar, vuela angelito, el cielo
ahora es tu hogar.
Ya no quiero
despertar al saber que al abrir los ojos tú no estarás, mi niñito ya no está,
mi niño ya no puede despertar.
Nunca
olvides lo que te quiso mamá, tú eras la luz y el secreto de mi felicidad. Mil
veces moriría, si con ello te hiciera regresar, mil veces mataría si con ello
tu adiós pudiera evitar.
Sonríe mi
vida que mamá siempre te querrá, no llores mi amor que tus lágrimas avivan la
maldad del que se te llevó.
Hoy mi
corazón se marchita lentamente en silencio, muero con cada latido que retumba
en mi pecho vacío, ya no escucharé tu risa, ya no tendré tus caricias, mi
niñito ya no está, mi niño ya no puede despertar.
Me quedé con
tantas cosas que decirte, que ahora me pregunto, todas esas palabras ¿Dónde
irán? Quizá mueran en mi garganta, enquistando cada uno de los te quiero que ya
nunca podrás escuchar. Ahora las buenas noches se las daré a una habitación
vacía, a una cama de sábanas frías, a unos peluches huérfanos de los abrazos
del niño que ya no está.
Ya no
lucirán los días del mismo modo, ya no brillará el sol con el mismo fulgor, ya
no saldrá la luna cada noche, porqué mi niñito ya no está, mi niño ya no puede
despertar.
Intentaré
vivir con este dolor, procurando olvidar el odio que amenaza en cada oscura
esquina, trayéndome el recuerdo de aquel que me privó de mi pequeño. Lucharé
contra la amargura de saber que ya no podrás soñar, que la vida seguirá sin ver
crecer al pececito al que le arrancaron la libertad.
Pero te
tengo una promesa con la que todos siempre te recordarán, porque mi niño ya no
puede despertar, pero mi niñito sí que está. Estará en la sonrisa de los niños
que mañana volverán a jugar, en el canto de ese pájaro que cada día me viene a
despertar, en el florecer de los campos que mi pequeño de colores pintará, en
el brillo de ese sol que sonreír hace al girasol, en las olas mansas de ese mar
que tus pies moja con una caricia especial.
Nada
pececito mío que mamá te velará, duerme mi angelito que en el recuerdo siempre
vivirás.
©
Dedicado
a un pececito que ahora surca los cielos enredándose entre nubes y a todos esos
niños a los que les arrebataron los sueños, ilusiones y ganas de vivir.
Vivís
en el recuerdo de todos aquellos que os quisieron y os conocieron, siempre seréis
luz y amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario